Nunca tensa, siempre intensa. Así lo compartió Bicha.
Bicha regresó a su casa después de su rutina matutina. Levantó lo quedó del desayuno en la mesa y puso esta canción mientras la bañera se llenaba de agua caliente.
Su magic moment duró menos que el cigarro pero más que esta canción.
Tomó a su confidente inanimada en forma de mochila y caminó por las calles empedradas de Comala hasta llegar al Café Gondrée; Su sitio favorito ambientado en la Belle Époque, donde escribe poemas y lee a sus autoras favoritas: Simonde de Beauvior, Virginia Woolf, Rosario Castellanos más un largo (y feminista) etcétera.
Bicha sería una de las supervivientes de la pandemia y lograría publicar su obra contra todo pronóstico (incluyendo el suyo) antes de la pandemia.